sábado, 20 de noviembre de 2010

Aceptar nuestra imagen corporal es definitivo para conseguir aceptación y éxito

La imagen corporal se refiere a cómo se siente una persona con su aspecto físico, a la aceptación de sus formas, de su sexo, de su color de piel, de su estatura, etc.

Para mucha gente, sobre todo durante la primera etapa de la adolescencia, la imagen corporal está íntimamente relacionada con la autoestima, con la confianza y seguridad que tengamos de nosotros mismos, sin que nos afecte la manera como nos ven los demás.
Imagen parasaber.com

Cuando hablamos de IMAGEN CORPORAL, mas que todo estamos hablando de como somos: gordos, altos, delgados, flacos, sin busto, con busto, caderonas, etc.. es mas que todo como nos vemos o imagiamos a nosotros mismos y lo que pueden pensar las demás personas.

Si nosotros nos aceptamos tal como somos, si tenemos una imagen positiva de nosotros mismos, es seguro que quienes están a nuestro alrededor percibirán esa actitud y nos tratarán de la manera que merecemos y queremos ser tratados, con respeto. 

Caso contrario si tenemos una imagen corporal negativa y andamos todo el tiempo quejándonos de lo que no quisiéramos tener o de lo que ansiaríamos tener: las que no tienen busto, sueñan con el busto grande, las que tienen muchas cadera, sueñan con caderas chatas, las altas, darían todo por ser bajitas por que se les dificulta conseguir pareja fácilmente y así, un sin fin de cosas que quisiéramos, mas no pensamos que lo que Dios nos regaló fue tan perfecto que aún no teniendo muchas cosas, tenemos capacidad de amar y ser amadas, de tener unas manos y un cuerpo que puede trasladarse sin ayuda de nadie, recuerden que una imagen negativa puede provocar desde trastornos alimenticios hasta trastornos sicológicos que han llevado hasta la muerte.

¿La madre naturaleza no te tuvo compasión? No todo está perdido. Juana Garnerd de planeta JOY nos regala algunos trucos que nos pueden ayudar a engañar visualmente, destacar los atributos y camuflar nuestras zonas menos agradables.

1. ¿ERES MUY FLACO/A?
Si la delgadez es tu problema, usa prendas con telas pesadas, texturas y estampas, que crean un efecto más fortachón y hasta saludable. Vístete por capas: camisetas de varios largos, chalecos y chaquetas. Suma grosor con accesorios como bufandas o collares. Los suéters con doble abotonadura te ensanchan el torso.

2. ¿TIENES SOBREPESO?
Dile 'no' a los cuellos redondos, a las rayas horizontales y a las musculosas con tirantes finitos. Para destacar lo mejor, que tus mangas terminen en las zonas más delgadas (las muñecas) y las faldas la altura de los tobillos, nunca en las pantorrillas. Usa cuellos en V y evita la ropa floja. El color negro te salva, pero el azul marino es igual de favorecedor y evita que te confundan con un monje benedictino.

3. ¿ERES DEMASIADO ALTO/A?
Nada de vestirte con colores muy fuertes, que sólo logran que todos se den vuelta apenas entras en una habitación. Si rara vez los jeans te quedan bien de largo, para que no se note a primera vista evita los contratonos en las medias: pantalón azul- medias azules.

4. ¿ERES MUY PEQUEÑA?
Haz como Nicolás Sarkozy y Tom Cruise y compra zapatos con plataformas escondidas. Aléjate de bermudas, shorts y pantalones capris y dale para adelante con los jeans rectos al ras del piso, pues alargan la figura. Abusa de peinados altos, marca la cintura con chaquetas. Opta por un vestuario monocromático que evitar que el cuerpo quede 'cortado' en partes.

5. ¿TIENES ESPALDA ANCHA?
Consejo para chicas: no usen modelos strapless. Eviten las rayas horizontales, las musculosas con tiritas finas y los jeans estilo "skinny" (generan un feo efecto de cono de helado). Tus mejores aliados son los tirantes anchos. Busca un balancear tu cuerpo con una falda tipo A, amplia y con movimiento.

6. ¿TIENES PANZA?
Para disimularla, desvía la atención. Usa camisetas con estampas en el pecho (ellos) y cintos anchos y modelos drapeados (ellas). Nada de llevar camisas ni blusas adentro del pantalón que creen rollos extra. También desecha el modal y todo género demasiado elastizado.

7. ¿TIENES COLA GRANDE?
Portador involuntario de una parte inferior… generosa. Fuera las pinzas, los bolsillos chiquitos o cualquier tipo de detalle que señale más de lo necesario la zona en cuestión. Evita que las prendas terminen justo sobre la cadera. Busca un equilibrio: colores discretos en la mitad baja y que la atención vaya directamente (por escotes, estampas o colores brillantes) a la parte alta.

8. ¿ERES NARIZÓN/A?
Lleva la atención hacia el pelo (si aún lo tienes) o con ropa de colores brillantes. Mujeres, a aprovechar las bondades de unos ojos bien maquillados o de unas cejas más pobladas (delineador).

9. ¿TRONCO CORTO?
La ropa nunca te queda bien, siempre te faltan cinco para el peso. Ayúdate: alarga visualmente tu torso usando cintos a la altura de las costillas, así creas una cintura ficticia que en segundos hace que tus piernas se vean más largas y estilizadas. Elegí escotes en V y chaquetas entalladas.

10. ¿LA CARA NO TE AYUDA?
En un mundo donde entre 'feo' y 'exótico' hay una línea tan delgada, ¡a abusar de ello! La frente ancha se disimula con un buen flequillo y una cara desastrosa se anula con un par de lentes modernos, 'interesantes'. Y ni hablar el efecto de distracción que genera un peinado singular. Si vamos a llamar la atención, ¡que sea a lo grande!

Las cosas que no hay que usar para no quedar en ridículo

Si cuando vas por la calle todos te miran demasiado, quizás es necesario que leas esta nota para comprender el motivo, no creas que es por que todos se mueren por tu look que no dejan de mirarte.

1. Evitá los logos. Lo pagaste, ¿qué necesidad de hacerle publicidad? Y te hablo de esos exclusivos bolsos con logo, vestido o ¡peor! De aquellos hombres que, cual futbolistas recién llegados a Italia, arrasan los estantes desesperado por t-shirts con leyendas como D& G o 

2. Que no se te vea la ropa interior. Así seas el sexy más sexy o la diosa más diosa, nadie quiere ver atisbos de ropa interior fuera de esos momentos de placer. Evitá mostrar el borde del calzoncillo (así diga CK) y que te quede claro: tampoco nos copa ver la tanga de Gatúbela escapando por los traicioneros tiro bajo.

3. El cinturón, a la cintura. Valientes ya quedó atrás. Terminada la novela, que sólo te quede el recuerdo de 
 look ‘pantalón-hasta-por-el-cuello’ de Huevo. ¡Delata un estilo señor cincuentón! Recordá que el cinturón por algo va a la cintura y no dejes que pase por más allá de tu ombligo.

4. Síndrome Cris Morena.Fácil de reconocer: minifaldas, colores brillantes y estampas de caricaturas. Ruidosos llaveros teen colgando de la cartera y delatoras faldas balloon que compiten con las más osadas adolescentes. No le hagas eso a nuestra vista. Será lindo (si está bien llevado) pero solamente por un ratito.

5. Oda al fake.Una cosa es un diseño lindo, y otra más vergonzosa es el burdo ‘similar’. La culpa es del chancho pero… también del que le da de comer. De poco te sirve ostentar esas zapatillas último modelo, ese lindo reloj (para ver sólo de lejos) o exhibir una cartera de ‘miles de dólares’ en plena hora pico del subte o mientras te comés la fila del 60.

6. Apretame que me gusta. Pantalones súper ceñidos, remeras entalladas y bien pegadas al cuerpo. Sabemos que el gimnasio dio frutos y que tenés un cuerpo espectacular... ¿No te parece que es hora de ser bueno y de dejarlo respirar?

7. El eterno clown. Aplaudimos la personalidad. Los colores son la alegría de la vida, pero flúo, leopardo y texturas todo junto y a plena luz del día es too much. No todo es una murga y el equilibrio hace al éxito: no te deshagas de todo, sólo acordate de elegir de a uno por vez.

8. Transparencias. No es cuestión de polemizar si se trata de cuerpos imponentes o de formas fofas que quedan al descubierto, las transparencias no dan. No sólo porque las redes de crochet deberían quedarse donde están (como manteles en las casas de las abuelitas) sino porque hay cosas que definitivamente, no van más.

9. Ombligo al aire. Sabemos que ése piercing nuevo te quedó lindo, que amás mostrar lo bien que quedaron tus abdominales sin embargo hay situaciones (el 100% de ellas, a decir verdad) donde tu remerita cortada al ras, está fuera de lugar.

10. Todo junto. ¡Menos es más! Los accesorios están de moda y las revistas insisten en llamarlos looks ‘eclécticos’. Pero, si te vas a colgar mil collares, dejá de lado las pulseras, sombreros y aros largos. Lo mismo vale a la hora de hacerse el elegante: ¿se te dio por lucir un pañuelo de color en el bolsillo del traje?, contrastalo con una corbata clara. Ni se te ocurra un moñito...
 
 http://espanol.news.yahoo.com

Graciela Parra Chacón- Tallerista e instructora de Etiqueta, glamour y protocolo

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