Muchas veces nos
preguntamos por qué hay tantas personas exitosas y por más que luchemos, nos
capacitemos, no logramos cumplir con ese objetivo, pero pocos se detienen a
pensar que el camino al éxito nos lo labramos nosotros mismos, que no son solo
los conocimientos los que nos llevan a lograrlo, el camino al éxito exige
confianza en nosotros mismos, compromiso, seriedad y toda la preparación que podamos obtener.
El éxito no se
compra, no se pide, el éxito se merece..!
La imagen personal es
una pieza clave cuando pensamos escalar el camino al éxito, es para muchas
personas como esa varita mágica que necesitan para hacer un cambio en su vida,
para acabar con esos obstáculos que les impide llegar lejos y que nos dará unos
resultados concretos
El estilo en una
persona
Algunas mujeres que
sirven como ejemplo de elegancia tienen algo en común lo que las distingue: un
estilo propio e intransferible; no son
esclavas de las modas, pero si extraen
un poco de ella para crear un estilo que las identifique.
Hoy más que en otros
tiempos estamos sometidos a una vida social condicionada, regidos casi siempre
por unas pautas que consciente e inconscientemente las seguimos, nos dejamos
llevar, muchas veces sin preguntarnos si estamos de acuerdo o no con ellas, si
es o no de nuestro agrado.
Nuestra imagen tiene
una fuerza increíble, influye muchísimo en
y ante los demás, es una parte muy importante a la hora de
relacionarnos, nos facilita mucho entrar
en ciertos círculos sociales y nos permite además lograr los objetivos que
queremos conseguir.
Hay y habrán personas
que creerán que esto no es importante
para ellas, pero lo quieran creer o no, si es muy importante, para bien o para
mal, somos seres sociales y nuestra supervivencia nos obliga a que tengamos que
estar permanentemente integrados con los demás.
Cuando hablamos de un
cambio de imagen no es que hablamos de invertir más dinero o dejar de ser quien eres, es aprovechar con
un poco de imaginación lo que tienes y hacer uso de la variedad de
combinaciones que estas te permitan y que te aseguran que nunca vas a
encontrarte sin nada que ponerte.
La imagen que
proyectemos nos puede ayudar a triunfar o por el contrario, arruinarnos la
vida, pero cuando hablamos de imagen, no solo es nuestra apariencia física,
nuestra manera de vestirnos, de maquillarnos, sino también de nuestra manera de
ser, (educada, galante, honesta, sincera), de que sirve tener la mejor ropa,
tener un rostro hermoso, el mejor cabello, si nuestro comportamiento, nuestro
lenguaje verbal no es el apropiado.
La calidad humana,
sea cual sea, tanto buena como mala, la autenticidad o la falsedad, son armas
tan poderosas en la imagen de una persona, que incluso en la distancia se puede
percibir.
Si no eres auténtica,
si actúas de cierta manera solo por conseguir algo, quizá
lo logres, aunque lo dudo, pero
pasarás desapercibida, no serás tenida en cuenta; en cambio si eres educada, si esto hace parte
de tu vida diaria, si eres auténtica, no eres artificial, ten la seguridad que
alcanzarás el éxito.
El estilo es un
conjunto de cualidades, aptitudes y actitudes, que nos enriquece y nos hace más
grandes y admirables como personas y como profesionales.
Una persona que copia
o imita no es auténtica, carece de estilo propio, pero bien es cierto que desde
cromañon hasta nuestros días, siempre ha existido la copia, en todo, en
nuestros hábitos, en nuestra manera de hablar, de caminar, en fin, todo
queremos copiarlo y poco a poco se va perdiendo autenticidad, estilo.
Claro que hay copias
positivas, que son las creativas y copias negativas y la última es la que
debemos evitar porque es la que no nos deja evolucionar, nos estanca, nos
vuelve mediocres.
Pero bien es cierto
que la mayoría de las personas estamos influenciadas a la copia, todo queremos
imitar, desde los peinados hasta la manera de actuar de quienes nos llaman la
atención, tendemos a contagiarnos fácilmente de lo que otros hacen o tienen.
Hay personas que
parecen hechas con un mismo patrón, visten igual, hablan igual y hasta rien
igual que las que conforman ciertos grupos sociales y esta copia no nos añade
valor, es una enfermedad que nos roba autenticidad y porque no decirlo, nos
roba nuestra propia personalidad.
Como vestirse y
triunfar en el mundo Laboral
Anteriormente, el traje como muestra
de poder solía ser cosa de hombres; pero a medida que la mujer empezó a
destacarse en la vida social y a hacer
parte del mundo laboral ocupando trabajos de responsabilidad, las reglas han
ido transformándose.
El 50 %
del impacto que causa una mujer, tiene que ver con la apariencia, manera de
vestir y de ser. Una persona alegre, sonriente, con una actitud positiva y para
completar es elegante, es más valorada que aquella que aún siendo supremamente
glamourosa, siempre está de mal humor.
La actitud es una parte esencial en la
imagen de una persona. Las empresas tomarán en cuenta la manera cómo se expresa
una persona, cómo se vistes y además su actitud, no es un pecado ocuparse de la
apariencia física, es una fortaleza que te abrirá muchas puertas.
Cuál es el secreto entonces para
triunfar en el mundo laboral?, será el estilo?
Si, lo creamos o no, es el estilo lo
que te lleva a abrir puertas, pero ese estilo que a la vez de ser sencillo,
también es elegante y como lo conseguimos, dotándonos de prendas básicas y
decisivas al momento de elegir nuestro vestuario, haciendo uso de la variedad
de combinaciones que nos permiten las pocas o las muchas prendas de las que
disponemos en nuestro guarda ropa
Sabe qué es un
Captador de Imagen?
No? éta definición no se encuentra en un
diccionario, está en nuestros ojos, son los complementos que utilizamos y que
sirven para definir cierto estilo a la hora de vestirnos, aunque un captador de
atención es algo más que eso, es darle vida a una parte determinada del cuerpo,
hacerla visible y protagonista.
Un captador de
atención puede ser un fuerte maquillaje
de ojos, o un fuerte maquillaje de labios, también una forma determinada de
llevar un peinado, es enseñarnos un poco a distinguir la diferencia entre lo
que sería ponernos un accesorio aquí o allá y lo que es potenciar una zona
bonita o camuflar la que menos nos gusta.
Muchas personas creen
que al llevar más captadores vamos a destacarnos, pero no, la sencillez es una
regla de oro que nadie puede olvidarse a la hora de vestirse.
Si pretendes destacarte
en una fiesta, analiza lo que vas a lucir, si tu vestido es sencillo,
lleva un collar o algún accesorio que lo haga resaltar, pero si en cambio ya
viene adornado, quizá ponerte un anillo, unos aretes o una manilla sea
suficiente.
Si practicamos estas
reglas tan básicas pero tan difíciles de ponerse en práctica, tendremos un
éxito asegurado.
Prendas que no pueden
faltar en tu guarda ropa.
Empecemos por algo
básico y que para muchas mujeres carece de la importancia que se merecen. La
ropa interior o la lencería, conocida en el argot de la moda.
Muchas mujeres se
dejan deslumbrar por las últimas tendencias,
los brasier con relleno, los de varillas, de encajes, de tiras anchas,
delgadas, etc. y con el propósito de estar a la moda utilizan prendas que no
son de su talla o no les queda bien y en lugar de resaltar su belleza, lo que hace es que
opaquen su apariencia.
La talla precisa de
un brasier permitirá que la ropa luzca mejor, te hará sentir más cómoda,
prendas que se muevan con tus movimientos, que no se note bajo la ropa y los
colores que utilices deben estar acordes con la prenda exterior para que no
dañe la imagen pulcra de tu vestuario..
El vestido
A la hora de comprar
un vestido, siempre tenemos el mismo dilema, como elegir el traje adecuado para
nuestro cuerpo, estatura, color de piel, etc. No es my sencillo, pero tampoco
difícil lograr el que se ajuste a nuestros requerimientos.
Primero, hay que
asegurarse de que este se adapte perfectamente a tu cuerpo, debe estar
elaborado en una tela que puedas usarlo en cualquier mes del año, evitando los
adornos excesivos. Si tienes caderas anchas, la chaqueta deberá llevar un solo
botón y si eres delgada, te favorecen las chaquetas con tres botones.
Como acertar con la
talla precisa.
Si
el vestido lo vas a utilizar con camisa, debes medirte la chaqueta encima de la
camisa, pero jamás encima de un saco y menos si es de material grueso. No te
olvides de verificar que la chaqueta no te ajuste bajo los brazos, debe ser una
prenda que te permita moverse, levantar los brazos y ojala que el forro no esté
en una parte sino completo.
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