Parece algo sencillo, pero créanlo, regalar es un arte, no hay discusión al respecto, no hay que olvidar que los obsequios deben ser prudentes, más bien sencillos y sea cual sea el objeto del regalo, debe ir acompañado de unas palabras que expresen el sentimiento que quieren transmitir, es necesario que cuando busque un regalo, esté relacionado con los gustos, la edad y el estado de las personas a quien se hacen, sin olvidar el tipo de relación que con ellas tengamos y por poco que nos guste un presente, es de mucha grosería recibirlo sin demostraciones de agradecimiento y satisfacción, muchas veces cuando nos hacen un obsequio con la mejor intención del mundo, pero no es lo que esperaban o nos desilusionan porque esperábamos otra cosa, la persona que deja ver su desagrado y también su patanería.
Hay muchas clases de regalos, y es muy importante la elección en cada caso. Por ejemplo, no es de buen gusto comprar a personas ajenas a nuestra familia objetos de cocina, baño o personales. Se debe evitar a toda costa que éste lleve impreso el precio o mucho menos insinuarlo, es una manera grosera de hacer saber cuanto han invertido, que en últimas lo que está logrando es mostrar a una persona tacaña, irreverente e inculta.
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