Un atentado contra las normas de Urbanidad
La lluvia de sobres se ha
convertido en una moda, es una moda muy agresiva, grosera, sin consideración, el forzar e imponer a un invitado la forma en que se dé un obsequio es falta de respeto
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No
hay peor grosería que pedir dinero a los invitados.
Esta modalidad se creó para los novios que se
casaban y se iban a radicar fuera de su ciudad o del país, lo cual tiene
sentido porque un trasteo de regalos no sería conveniente, pero esta pésima
costumbre se está extendiendo tanto, que ya no sólo se usa para matrimonios
sino también para baby showers, despedida de solteros, bautismos, comuniones,
etc.., llegando a convertirse en muchos casos para las personas, en una
solución a la crisis económica que muchas veces les impide realizar una
celebración.
Algunos están de acuerdo con
esta nueva moda mientras que otros la critican fuertemente y aunque sus
invitados no manifiesten su desagrado, porque jamás se lo harán saber, el
sentimiento de malestar es muy grande, por que vaya como vaya el sobre y por
muy adornado que este, así venga la frase más sofisticada, el solo hecho de que
lleve impresa la nota "Lluvia de Sobres" para el invitado ya es incómodo,
pues nunca sabrá cuanta es la cantidad de dinero que esperan recibir y si será la
cantidad suficiente para generar conformidad al homenajeado y en ocasiones lo
ven como un impedimento para asistir a la reunión, pues muchas veces se carece
de los recursos económicos suficientes que colmen la expectativa de los
anfitriones.
El comercio también se ha
visto afectado con la lluvia de sobres, porque los regalos se han quedado en
los estantes, ya no existe esa ilusión de comprar un regalo, empacarlo y llevarlo con agrado para ser entregado a esa persona especial.
La lluvia
de sobres es una gran falta de cortesía, una falta de consideración con los
familiares y amigos, por que limita los sentimientos, pues muchas veces se ha
llegado a medir la amistad de acuerdo al aporte que han hecho, si bien es un
sistema práctico, no es lo más recomendable, porque el regalo es una forma de
agasajar a una persona, no una obligación, es invitar por qué se quiere
compartir y este sistema ha hecho que se pierda la esencia de lo que significa
un detalle, lo importante al recibir un regalo es el amor, el deseo de agradar
y decir cuánto se estima a los seres queridos y amigos.
No importa lo que cueste, lo
importante es el detalle, pero hoy en día esto se ha desvirtuado y se volvió
una manera de que las personas financien sus celebraciones, la mayoría de las
personas piensan que tal reunión se organiza solo para recibir regalos o para
conseguir el dinero que falta para cubrir los gastos.
La lluvia de sobres está
acabando con los sentimientos de las personas y nos hace cada vez más
materialistas e insensibles
gpch
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